Una cámara frigorífica o cuarto frío es un almacén en el que se genera artificialmente una temperatura específica. Generalmente está diseñado para el almacenamiento de productos en un ambiente por debajo de la temperatura exterior. Los productos que necesitan refrigeración incluyen frutas, verduras, mariscos, carne, flores.
Las primeras cámaras frigoríficas fueron llamadas neveros. Éste era un pozo excavado en la tierra con muros de contención, de pequeñas o grandes dimensiones, con aberturas donde se introducía nieve y se extraía hielo. La finalidad era conservar el hielo aunque la nieve se derritiera.
Sin importar qué productos contengan, estos cuartos son muy útiles para:
- Recepción de mercancía. Las normas sanitarias exigen que negocios como almacenes y restaurantes cuenten con una temperatura adecuada para recibir sus materias primas, que posteriormente serán colocadas en distintos puntos. Un buen sistema de refrigeración es crucial para estos casos.
- Almacenaje y manipulación de productos. Esto permite un incremento en la producción y comercialización, alargando la vida útil y facilitando la transformación de productos.
- Exhibición de productos. En estos casos, es muy común el uso de puertas Walk in o Reach in, que permiten al consumidor final acceder fácilmente a los productos, y al mismo tiempo tener un punto de venta mucho más atractivo.
La temperatura interna depende del material o producto que se almacenará. Una aplicación conocida es el almacenamiento de alimentos para conservarlos, como alimentos congelados, que se almacenan a temperaturas negativas. Las verduras y frutas locales se almacenan a 0 °C y las frutas tropicales y subtropicales a 5 a 13 ° C.